John-Paul Gilhooley era el hincha del Liverpool mas feliz y mas joven que ocupaba las gradas del estadio de Hillsborough en la ciudad inglesa de Sheffield el 14 de abril de 1989. Iba a presenciar el cruce de semifinales de la FA Cup que enfrentaba al Liverpool con el Nottingham Forest. Poco o nada sospechaba él y otros 95 "reds" sobre la tragedia que se avecinaba en la siguiente hora y media. El estadio no estaba preparado para albergar semejante aforo. No disponía de asientos, los hinchas se amontonaban de pie en las gradas, las cuales estaban cercadas por vallas de 2 metros de altura, solo había una salida por cada sector del campo. A estos factores se le unió la falta de control en los accesos al recinto. Se permitió la entrada a mas gente de la permitida. John-Paul quedó atrapado entre la marea humana y las vallas junto con otras 295 personas. De ellas 200 pueden contar aquel día, las otras 95 más John-Paul no salieron del estadio.
Aquel niño que parecía un hincha mas no lo era. Él era el primo de un por entonces desconocido Steven Gerrard, que 15 años después levantaría en Estambul la Copa de Europa como capitán del Liverpool. El ídolo "red" cuenta en su biografía que siempre tiene a su primo en mente cuando salta al terreno de juego.
Es ahora, dos décadas después, con la desclasificación de estos archivos cuando los organismos oficiales han decidido mostrar, al menos, arrepentimiento. David Cameron, primer ministro inglés envió una carta de perdón a las familias y amigos de los 96 fallecidos. El Obispo de Liverpool recibirá estos días a los afectados. Y a las 8 de la tarde, a orillas del Mersey en Anfield Road sonará mas triste que nunca el You´ll Never Walk Alone cantado por 40.000 hinchas que 23 años después saben que nunca caminarán solos, porque esos 96 les acompañan. Estos hinchas esperan que esta desclasificación aporte luz al oscurantismo oficial que hay sobre el caso, y se descubra la verdad, la verdad de Hillsborough
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